Cómo elegir un melón y cómo conservarlo

cómo elegir un melón

Cómo elegir un melón y cómo conservarlo

En Frutas Olivar tenemos más de 30 años de experiencia distribuyendo todo tipo de frutas y verduras, y durante toda nuestra trayectoria, hay dos preguntas que siempre nos hacen familiares, clientes y amigos “¿ cómo elegir un melón que esté bueno?” y “¿cómo debe conservarse mejor un melón para que dure más tiempo?”.

A continuación y para solventar estas dudas, hemos elaborado una pequeña guía a tener en cuenta para poder escoger un buen melón para tu casa y evitar llevarte un “melón pepino” (que es como se le llama a los melones que están poco maduros, insípidos, y duros).

Cómo elegir un melón

Para elegir de forma experta un melón, hay cinco puntos que no podemos evitar:

  1. Observar el color del melón
  2. La textura del melón
  3. El peso del melón
  4. El aspecto de la zona del tallo
  5. El olor de la pieza

El color

Lo primero que debemos de hacer es mirar el color de la fruta. Hemos de tener en cuenta que llegados a este punto, si cogemos un melón amarillo, tenemos que cerciorarnos que su color es amarillo intenso, y en el momento que lo notemos un poco más ocre, puede que sea un indicio claro de que ese melón se está pasando, o si es demasiado brillante, que no esté maduro.

Si cogemos un melón “piel de sapo” tenemos que cerciorarnos que sea verde claro intenso, que no sea un verde demasiado oscuro, ya que también puede estar pasándose.

Las rayas de la cáscara del melón piel de sapo deben de ser marrón verdosas oscuras, y nunca verde intenso.

Un punto muy a tener en cuenta es observar la zona por donde el melón está apoyado en el suelo. Si esa zona presenta un color verdoso significa que la pieza no está todo lo madura que debería y por ejemplo en el caso de los melones “piel de sapo” escogeremos piezas donde esa área debe de estar más amarilla.  

La textura

Otro punto a tener en cuenta si nos preguntamos cómo elegir un melón en buen estado es la textura del mismo. Debemos de palparlo con cierta presión (no mucha) y notar que su piel es firme.

Será una mala señal si con una presión leve nuestros dedos se hunden o le hacemos grietas.

Y hablando de grietas, si la piel del melón tiene grietas notorias hay que descartarlo inmediatamente, ya que por esas grietas la pieza puede haber sido contaminada por algún insecto o tener alguna zona interior podrida.

Otra cosa a tener en cuenta es que la piel del melón no puede ser muy brillante. Si es muy brillante significa que aún no está maduro. Es bueno que tenga un tono ligeramente apagado, pero no que brille en exceso.

Observa también las rayas del melón, que deberían de tener entre 1 y 3 milímetros.

El peso del melón

Este punto hay que tomarlo con cierta cautela, pero desde Frutas Olivar te podemos aconsejar a grandes rasgos que si escoges un melón de gran tamaño y no pesa, puede significar que la fruta está demasiado madura y ha excedido con creces su periodo su consumo, aún siendo a la vista una fruta atractiva.

Si en el caso contrario, se trata de un melón pequeño, y pesa mucho, puede indicar que tiene mucha pulpa, pero en ese caso sería adecuado que lo moviésemos un poco al lado de nuestra oreja, para intentar escuchar que no esté lleno de agua en el exterior, algo que no debe de darse en este tipo de fruta.

La zona del tallo del melón

El tallo del melón es la zona donde el melón está unido para planta. Tenemos que observar que esta zona primero que no esté deteriorada, ni se observe podredumbre ni tampoco cortes demasiado “salvajes”, ya que podría ser un indicio de que el melón ha sido recogido antes de tiempo.

También tenemos que tener en cuenta que los melones que han sido recogido demasiado pronto pueden conservar el tallo, y esto es algo grave porque un melón no debe de estar nunca con el tallo visible.

El olor del melón

Otra de las cosas que podemos hacer como usuario para saber cómo elegir un melón, es olerlo. Si el melón tiene un olor fuerte, puede que la pieza esté pasada, pero si huele más dulce, es signo de que es una pieza madura y lista para comer.

Esto además debemos de hacerlo oliendo lo que se llama el “péndulo” del melón, o la zona donde estaría la flor antes de convertirse en fruto; o explicado de otra forma, sería el extremo opuesto a la zona del tallo del melón.

Es más fácil percibir un olor más exacto del melón cuando este se encuentra a una temperatura ambiente, ya que si lo encontramos en una cámara frigorífica muy difícilmente seremos capaces de percibir su olor.

Cómo conservar un melón correctamente

Ya te has llevado el melón perfecto a casa, pero ahora tienes que conservarlo. Para ello lo primero que tienes que saber es que el melón, como la sandía es un fruto que prefiere la temperatura ambiente al frigorífico. Así que si lo has comprado, y lo has llevado a casa, mientras no lo abras debes de conservarlo fuera de la nevera, en un lugar alejado de otras frutas, y evitando que le dé el sol.

Una vez que decidas consumir el melón, tienes que saber que lo mejor que puedes hacer para cortarlo es usar un cuchillo afilado y limpio, que no se haya usado antes para cortar otros alimentos, ya que algunas bacterias pueden estar presentes y pasarse de la hoja del cuchillo a la pulpa del melón.

Y después de cortarle el trozo que quieras, lo que tienes que hacer es guardarlo en la nevera, siempre cubierto con papel film (plástico) que toque bien la pulpa y quede ajustado, para evitar que se contamine de bacterias que puede haber en la nevera.

¿Tienes algún consejo adicional o duda? Recuerda que puedes exponerla en los comentarios.

Aún no hay comentarios

Publica un comentario