Caqui
Purifica y renueva tu cuerpo
El caqui o es una de las frutas más representativas del otoño. Se trata de una fruta dulce, fácil de comer y con un alto contenido en agua lo que la hace ideal para purificar y renovar el cuerpo. Su dulzor la hace conveniente en todas las macedonias y es un buen ingrediente para la repostería creativa.
Lo más frecuente es tomarlo como pieza de fruta después de las comidas, pero también es cierto que su dulzura permite prepararlo de otras maneras como es el caso de las mermeladas.
El caqui, como fruta tradicional se le sigue llamando “palosanto” cuando se vende en su formato clásico, en sobremadurez y de color rojo intenso, y el “persimon” o caqui duro cuando está totalmente maduro y se presenta con un tono de piel anaranjado.
Son tres las especies del género Diospyros cuyo fruto se conoce y consume como caqui. Se diferencian entre sí por el tamaño y el sabor.
El caqui de China (D. kaki): es la variedad más cultivada y se consume tanto en crudo a modo de fruta fresca como cocinada en diferentes preparaciones. Tiene un diámetro de 3-9 cm, con un peso variable entre 80-250 gramos. Presenta un color rojo, anaranjado o amarillo y una pulpa anaranjada, dulce y jugosa.
El caqui de Japón (D. lotus): es similar a la variedad china y se cultiva principalmente en el Lejano Oriente y en Italia.
El caqui americano (D. virginiana): tiene 2-5 cm de diámetro y presenta un color amarillo o anaranjado. No es frecuente su cultivo, por lo que el fruto se obtiene de los árboles silvestres.
Origen del caqui
El caqui, “palo santo” o kaki, es una fruta originaria de China y Japón, que se cultiva desde el siglo VIII. Desde 1870 se cultiva en Europa. El árbol (Diospyros, procedente del griego “fruto divino”) pertenece a la familia de las Ebanáceas.
A comienzos del siglo XIX se empezó a cultivar en España, pero de forma no intensiva. Los agricultores de la época lo hacían para consumo particular ya que los canales de distribución no tenían una demanda suficiente para incluirlo en sus referencias de venta.
Cómo conservar el caqui
El caqui es una fruta muy frágil, que ha de encontrarse muy madura en el momento de su consumo. Si aún está verde, se debe conservar a temperatura ambiente mientras madura. Este proceso se puede acelerar manteniendo el caqui en una bolsa de papel.
Una vez que el caqui ha alcanzado su punto óptimo de maduración, se ha de conservar en el refrigerador hasta el momento de su consumo, que debe ser lo antes posible.
Esta fruta admite muy bien la congelación, ya sea entera o en puré. Para evitar la decoloración que experimenta, se recomienda añadir zumo de limón.
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Propiedades y beneficios del caqui
Fuente de vitaminas
Tiene vitaminas del grupo B, como la piridoxina y el ácido fólico, nutrientes fundamentales para procesos enzimáticos y funciones metabólicas. Mantiene activo el metabolismo y repercute en los niveles de energía, el tono muscular y el sistema inmunológico.
Ayuda a regular el metabolismo
La fibra que contiene el caqui ayuda al cuerpo a procesar los alimentos, estimula el movimiento peristáltico para mover los alimentos por el tracto digestivo y alivia los síntomas del estreñimiento.
Regula la tensión arterial
Los caquis tienen un alto contenido en potasio, mineral que actúa como vasodilatador, disminuyendo la tensión arterial y aumentando el flujo de sangre a varias partes del cuerpo.
Comercializamos caquis
En Frutas Olivar comercializamos caquis. Una fruta dotada con un gran número de propiedades.
Nos aseguramos que el transporte se dé en unas condiciones óptimas para que la fruta no sufra golpes que puedan acelerar su maduración.
Con Frutas Olivar podrás disfrutar de esta deliciosa fruta con todo su sabor.
