Las importaciones de frutas y verduras en España desde diferentes países crecen año tras año. En concreto, durante 2017 se incrementó un 6% en volumen y un 8,6% en valor los productos importados. Lo que supuso un total de 3 millones de toneladas con un valor de 2.526 millones de euros, siendo mayor la progresión en el caso de la fruta.
A continuación, examinaremos de manera concreta el caso de las importaciones de frutas y verduras desde América y cómo se realizan.
Importaciones desde América Latina
Según FEPEX, Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas, para datos relativos a 2016, la importación de frutas y hortalizas frescas importadas desde América Latina creció un 10,5% en comparación con los datos obtenidos en 2015.
Según esta fuente, para el período de enero a agosto de 2016, el total de importaciones de nuestro país procedentes de Latinoamérica representan el 23% del total importado en el sector.
Países de origen
Los principales países de origen son Perú (aguacate, espárrago y mango), Costa Rica (piña y banana), y Brasil (melones, sandías y mango).
En Frutas Olivar contamos con un gran número de países proveedores desde los que proceden parte de nuestras frutas y verduras. Tal es el caso de México con el mango, Argentina con la cereza, el aguacate y los kiwis de Chile y los cítricos de Uruguay.
Por su parte, en lo que se refiere a las hortalizas contamos principalmente con Perú, para la importación de espárragos verdes y la cebolla dulce.
El proceso de importación
El proceso de importación de productos desde cualquier país del mundo puede llevar consigo una serie de riesgos que resulta fundamental mitigar antes de proceder a cualquier compra u operación. Por esta razón, resulta indispensable contar con empresas profesionales y con experiencia en el sector de la importación/exportación, en nuestro caso, de frutas y hortalizas.
Este proceso, desde su inicio hasta que comienza a ponerse en marcha, puede durar, en muchas ocasiones, meses o incluso años. Lo que más tiempo puede llevarnos es la elección de las empresas y proveedores del lugar de origen que ofrezcan los estándares de calidad que quieres ofrecer a tus clientes.
Veamos a continuación las fases más destacables del proceso de importación.
Elección de proveedores
Como comentábamos, la elección de los proveedores con los que trabajar en el país de origen es la primera fase del proceso de importación y, posiblemente, la más complicada.
Una forma de conocer proveedores de nuestros productos es acudir a ferias del sector donde las empresas, asociaciones o cooperativas productoras exponen su oferta. A partir de ahí, deberemos iniciar una relación con la empresa para conocerla más a fondo y, siempre que sea posible, visitarla en su lugar de origen.
También existen listados de empresas exportadoras que se pueden obtener a través de las cámaras de comercio. Ya sea a través de la Cámara de Comercio de España o de la del país de origen en caso de que la tenga.
En Frutas Olivar llevamos años trabajando con proveedores de calidad, expertos en el cultivo y transporte de frutas y verduras para su exportación, que nos aportan una gran confianza y cumplen con los estándares de producto que exigimos para nuestros clientes.
Negociación y compras
Una vez que ya hemos decidido cuál va a ser nuestra empresa proveedora comienza el proceso de negociación. En este proceso debemos tener claro la calidad del producto que queremos y el precio al que podemos adquirirlo. En el caso de las frutas y hortalizas, su precio dependerá en gran medida del tipo de plantación en la que se realice la compra, su tamaño, cómo haya resultado la cosecha y, por supuesto, el precio de mercado.
Documentos necesarios
Lo primero que debe hacer una empresa española que quiera ser importadora de frutas y verduras desde América es inscribirse en el Registro Especial de Operadores de Comercio Exterior (REOCE) del Ministerio de Economía y Competitividad y solicitar las autorizaciones para las operaciones que desea realizar.
En cuanto a la documentación, puesto que estamos hablando de América Latina, se trata de una importación extracomunitaria. Por ello, resulta necesario preparar una serie de documentación aduanera, administrativa y comercial que debemos adjuntar junto con la mercancía.
Entre la documentación necesaria se encuentra la factura comercial detallada emitida por el proveedor, el packing list o lista del contenido del envío, el conocimiento de embarque y el certificado de origen.
Elección de transporte
Existen empresas dedicadas en exclusiva a facilitar el tránsito de productos perecederos como las frutas y verduras. Estas empresas suelen ofrecer un servicio que garantiza la cadena de frío controlando la temperatura necesaria para que los productos lleguen frescos y en buen estado. En función de las necesidades del producto, éste podrá ser transportado utilizando un medio u otro. Llegando a transportarse en ocasiones desde el campo de producción hasta el mercado en 48 horas.
Por ejemplo, en Frutas Olivar, transportamos los espárragos que provienen de Perú en avión, al igual que la papaya de Brasil y Costa Rica. Por su parte, tanto la piña como el mango, pueden ser transportados tanto en avión como en barco, en función de la disponibilidad.
Nuestros años de experiencia en el sector de la exportación e importación de frutas y verduras frescas desde América Latina nos ha enseñado la importancia de contar con empresas de confianza en origen. Todos nuestros proveedores son empresas que llevan años dedicadas a la exportación y gozan en el mercado de gran prestigio y confianza a nivel internacional.
La importancia de la exportación de productos agrícolas de Latinoamericana
Según el informe anual de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe para 2017, Latinoamérica destaca a nivel mundial como región exportadora de productos agropecuarios.
Si, de manera tradicional, estas exportaciones las venía haciendo a EEUU y países de Europa, desde 2015 se ha visto un incremento de las exportaciones de América Latina a países asiáticos como China.
La importancia, cada vez mayor, de los países Sudamericanos como proveedores de alimentos a nivel mundial, está haciendo surgir desde el ámbito público y privado de estos países, diferentes propuestas dirigidas a promover el crecimiento económico del sector.
La riqueza de los recursos naturales de América Latina y el Caribe, donde se concentra más del 30% del agua dulce del mundo, la han llevado a ser responsable del 12% de la producción agrícola a nivel mundial y del 16% de las exportaciones de este tipo de productos.
Según datos de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, para el año 2024, América Latina podría sobrepasar a Estados Unidos en el comercio de productos agrícolas. Dato significativo para comprender la importancia del sector y la necesidad de realizar un desarrollo sostenible del mismo que propicie el crecimiento económico protegiendo la conservación de los recursos naturales de la zona.