Seguro que más de una vez has tenido que tirar alimentos frescos que se han estropeado en tu despensa o frigorífico. Por desgracia, es algo más común de lo que pensamos. De hecho, según recogía esta noticia de El Economista, “el 42% de los desperdicios que tiramos a la basura son productos de la huerta”. Pero eso se acabó. En este post vamos a darte 7 consejos para conservar las frutas y verduras en verano. Bueno, ¡y en todo el año!
Anótate estos truquillos y podrás sacar el máximo provecho a la fruta y verdura en cada temporada; sobre todo en verano, cuando la altas temperaturas afectan, aún más, a los productos frescos.
Primer paso para conservar la fruta y verdura en verano: planificar la compra
Puede parecer una obviedad, pero a menudo compramos más alimentos de los que necesitamos. Tal vez no sea un problema para los procesados y productos en conservas. Sin embargo, en el caso de la fruta y la verdura, no planificar la compra puede suponer que desperdiciemos gran parte de lo que adquiramos.
Por eso, antes de ir al supermercado, párate a pensar qué cantidades de fruta y verdura puede consumir tu familia. Así realizarás una compra más sostenible y también lo notarás en tu bolsillo.
Ten en cuenta los plazos de maduración de cada alimento. Por ejemplo, los plátanos maduran muy rápido, mientras que verduras como la coliflor pueden mantenerse frescas hasta 10 días. Intenta, por último, comprar piezas que no estén muy maduras si no prevés comerlas en un plazo corto de tiempo.
¿Al frigo? ¡No siempre!
Éste es uno de los errores más comunes que cometemos a la hora de conservar las frutas y verduras en verano. ¿Hace calor? Pues todo al frigo… ¡Error! Las frutas y verduras poseen muy diversas características y, por tanto, no tienen las mismas necesidades de conservación.
Hay cuatro maneras estándares de guardar la fruta y verdura, si bien algunas de ellas requieren condiciones más especiales de conservación que puedes preguntar en tu frutería de confianza. De modo general, podemos distinguir:
- A temperatura ambiente (siempre que no haga excesivo calor). Así pueden conservarse frutas los cítricos, cerezas, kiwis, plátanos, piñas, peras, manzanas, melocotones, albaricoques, nectarinas, mangos, papayas y aguacates. En el caso de que estén muy maduros, es recomendables pasarlos a la nevera. En cuanto a las verduras: el tomate, la col, la lombarda y la coliflor pueden también conservarse de este modo. Para ello, puedes usar algo tan tradicional y colorista como un frutero 😉
- Un lugar oscuro, fresco y aireado. Frutas como el melón o la sandía y verduras como ajos, cebollas, patatas y boniatos requieren este tipo de conservación.
- Frigorífico, pero evitando la humedad. Las fresas, judías verdes, rábanos, berenjenas o pepinos, son algunas de las frutas y verduras que necesitan frescor para su conservación. Sin embargo, no les viene nada bien la humedad. Por ello, cuando las guardes en la nevera hazlo en una bolsa de papel o en un recipiente acompañadas de un papel absorbente.
- Al frigo y con un extra de humedad. Algunas verduras, como las de hoja, se conservan más tiempo si al guardarlas en el frigo las colocamos en un tarro con un poco de agua. Puedes usar este truco con las acelgas, albahaca y el brócoli. Otras verduras y hierbas aromáticas se conservan mejor en agua, pero fuera de la nevera, como los espárragos, los puerros y el hinojo.
Juntas, pero no revueltas
Como ya hemos comentado, las frutas y verduras no maduran al mismo tiempo y esto has de tenerlo en cuenta a la hora de conservarla. De hecho, la maduración de algunas puede afectar a otras que estén junto a ellas. Esto ocurre, por ejemplo, con la manzana que si se coloca junto al aguacate lo hace madurar más rápidamente.
Y si alguna pieza se estropea, retírala lo antes posible para evitar que la maduración se extienda entre las demás.
¡Cuidado con las bolsas de plástico!
Como has observado ya, muchas frutas y verduras son muy sensibles a la humedad. Por ello, si las guardas en el frigorífico y dentro de bolsas de plástico, lo más probable es que se echen a perder. Las bolsas hacen que la humedad de la nevera se concentre y no permite la oxigenación de la fruta, algo que también es vital para que se conserven.
Por eso, si quieres conservar las frutas y verduras en verano ¡olvídate de las bolsas de plástico! Saca las piezas en cuanto llegues a casa de la frutería y sigue los consejos de conservación que te hemos dejado en el segundo punto de este post.
Y ya que hablamos de humedad, un consejo extra: no laves la fruta y verdura antes de guardarla en la nevera, sino justo antes de consumirla.
Tarros y tuppers, tus aliados
Ya hemos dicho “no” a las bolsas de plástico, pero ¿pueden los tuppers conservar las frutas y verduras en verano? Pues claro que sí. Los recipientes herméticos favorecen que se mantengan las condiciones de conservación de estos alimentos.
Puedes usar este tipo de tarros para guardar aquellas piezas que necesiten el frigo, pero a los que no les venga bien la humedad. Sobre todo si introduces algún papel absorbente en su interior, como antes te indicamos.
Este tipo de recipientes también te ayuda en otros momentos: como ya sabrás, no conviene guardar la fruta cortada y pelada, ya que así se acelera su proceso de descomposición. A no ser que vayas a consumirlo en el mismo día, como cuando vas al trabajo o a la playa. En esos casos, te vendrán bien estos tarros herméticos para su transporte y conservación.
En otras ocasiones, en las que guardes frutas o verduras cortadas porque no necesites usar toda la pieza, puedes ayudarte de un film transparente o unas tapas de silicona. Y recuerda meterlas en la nevera 😉
Recuerda: ¡puedes congelar!
¿Se puede congelar la fruta y verdura? ¡Claro que sí! Aunque con algunos matices. Una vez se congelan, pierden algunas de sus propiedades de presencia y sabor. Por ello, no te recomendamos usar frutas y verduras congeladas para macedonias o ensaladas.
Sin embargo, corta y congela el pimiento o la cebolla para hacer sofritos; o frutas como el melocotón, el mango, las berries, el melón… para hacer helados, batidos o smoothies. Ésta es una forma muy práctica de alargar el periodo de conservación de aquellas frutas y verduras que estén próximas a madurar.
Aprovecha la fruta madura
Cuando vemos una pieza que está estropeada, nuestro primer impulso es tirarla. Sin embargo, en muchas de esas ocasiones podemos aprovechar parte de la pieza. Como ya te hemos comentado, una de las opciones es retirar la parte estropeada y cortar y congelar el resto.
Pero también puedes poner en práctica otras técnicas que te ayudarán a conservarlas. Los encurtidos y almíbares son una opción para seguir comiendo verdura y fruta más allá de su periodo natural de conservación. Y también las confituras y mermeladas. O directamente aprovechar las piezas muy maduras, pero aún en buen estado para elaborar postres.