Tres recetas con espinacas: una hortaliza llena de virtudes

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Tres recetas con espinacas: una hortaliza llena de virtudes

Esta hortaliza de hoja es una de las más usadas en el día a día de muchos hogares españoles, si bien es cierto que su sabor cuando somos pequeños, nos generaba en muchos casos mucho rechazo, para en la edad adulta, empezar a reconsiderar a esta hortaliza como una perfecta aliada para suministrarnos minerales, fibra y vitamina, que puede además consumirse cocida, cruda en ensalada o “batida” en un rico smoothie. Por ello, te dejamos tres recetas con espinacas muy sencillas que te ayudarán a incorporar esta hortaliza a tu dieta.

Ensalada de espinaca, pollo y granada.

La deliciosa ensalada que ves en la foto es muy sencilla de realizar y de estas tres recetas con espinacas es a la que menos excusas puedes poner para llevar a cabo en tu día a día.

Ingredientes:

  • 1 bolsa de espinacas frescas envasadas, o brotes pequeños de espinacas.
  • 1 pechuga de pollo
  • ½ granada de gran tamaño
  • 2 pizcas de semillas de amapola
  • 1 pizca de comino
  • Aceite de oliva, sal y pimienta.

 

Para empezar, con la idea de no echar a la ensalada los trozos de pollo aún calientes, haz en una sartén con un poco de aceite, la pechuga a la plancha, sin que se queme. Te recomendamos que no le añadas sal ya que después se la pondrás al aliñar la ensalada.

Cuando tengas la pechuga a la plancha, puedes cortarla en tiras no demasiado finas y dejar enfriar a temperatura ambiente, teniendo cuidado que no tenga demasiado aceite. Si es así, colocar papel absorbente en el plato donde vas a dejar la pechuga.  Deja la pechuga cortada aparte y empieza a preparar la ensalada a continuación.

Hazte con unas hojas frescas de espinacas, que puedes comprar directamente en el supermercado, y ponlas en una ensaladera de mediano tamaño.

Luego coge una granada y con paciencia, empieza a sacar todos los pequeños granos, y ve echándolos en la ensaladera donde tienes las hojas de espinacas. Procura que no te caigan trozos de la piel de la granada en la ensalada, que puede amargar el conjunto.

Luego añade las tiras pechuga que has cortado, que estarán tibias. Añade también las 2 pizcas de semillas de amapola y la pizca de comino molido. Luego aliña con sal, aceite y vinagre a tu gusto ¡y listo!.

Smoothie de espinaca

imagen de un smoothie de espinacas

A este tipo de smoothie y a otros de color verde se les llama “Green monsters”, un tipo de smoothie cuyo color no acompaña muchas veces a la textura que uno espera en este tipo de bebida, pudiendo en mucha gente causar cierta desafección, pero sin embargo son muchas personas las que dejan a un lado la apariencia de esta bebida refrescante y la toman como un añadido saludable y refrescante a su dieta.

Ingredientes:

  • ½ plátano
  • 1 taza de mango congelado
  • ½ de agua natural
  • ½ taza de yogur griego
  • 1 taza de espinaca lavada
  • ½ taza de zumo de naranja natural

 

De estas tres recetas con espinacas, esta es la más sencilla, porque simplemente tienes que coger todos los ingredientes que hay en la lista y echarlos directamente en la licuadora, licuando a continuación hasta lograr la textura deseada.

Hay que tener en cuenta que la textura de este smoothie queda bastante consistente, por lo que puedes agregar más zumo de naranja para volverlo más líquido, y si lo quieres convertir en un smoothie-frappè, puedes añadir media taza de hielo extra a la licuadora.

Si ves que no te gusta el sabor, puedes añadir al licuar miel de abeja a tu gusto para darle algo de dulzor, y si quieres darle un toque vistoso y saludable, añade a la mezcla unas cuantas semillas de chia.

Potaje de espinacas con alubias y aceitunas

¿Te suena rara esta combinación? Pues si has llegado hasta aquí es porque te interesa lo que una hortaliza como la espinaca puede ofrecerte.

Esta es la más difícil de esas tres recetas de espinacas, pero el sabor del plato resultante no te dejará indiferente por la suma de ingredientes con mucha personalidad:

Ingredientes:

  • 1 hoja de laurel.
  • 150 ml. de tomate triturado.
  • ½ cebolla.
  • ½ cucharadita de pimentón.
  • 140 gramos de alubias blancas.
  • Un puñado de aceitunas verdes sin hueso.
  • 2 dientes de ajo.
  • 100 gramos de tomates pelados.
  • 40 ml. de vino tinto.
  • Algunas hojas de espinacas.
  • Perejil.
  • Agua, sal y pimienta.

 

Para empezar a preparar esta receta, lo primero que debes de hacer es poner el día de antes las alubias blancas en remojo, usando agua fría.

Cuando al día siguiente te dispongas a continuar con esta receta, coge las alubias con el mismo agua, y échalas en la cazuela llevando el agua a ebullición junto a la hoja de laurel. Cuando esté el agua en ebullición, echa de golpe un vaso de agua fría y deja que vuelva otra vez a ebullición para que las alubias estén tiernas.

En otra cazuela, pon aceite y cuando esté caliente sofríe la cebolla (te recomendamos que la piques antes de echarla al aceite).

Una vez que la cebolla esté transparente, tienes que echar el ajo y el pimentón y remover un poco, y seguidamente echar el tomate triturado, el pelado, y el vino, y todo ello debe de estar hirviendo un total de 10 minutos.

Seguidamente coge la cazuela donde tenías las alubias con su agua de cocción y la viertes sobre la cazuela donde tenías el sofrito, añadiendo las aceitunas y las espinacas. Cocina esta mezcla resultante durante otros 10 minutos.

Una vez que han pasado esos últimos 10 minutos, retira el guiso del fuego, deja reposar el guiso en la cazuela y salpimenta a tu gusto.

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